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HABLANDO DE CHRISTIAN DE BRAY...

Formación y experiencia

Perfil personalizado



Formación

  • Licenciado en Ciencias comerciales y financieras (ICHEC)-gran distinción
  • Diplomado del Centro interdisciplinario para la formación de los Estudios de Mercado (CIFEM)
  • Trabajo de fin de carrera: “Le planning P.E.R.T.”. Prix de la Royale Belge.
  • Diplomado de la Escuela Superior de Aprovisionamiento (ESA)
  • Diplomado en Informática de Gestión (ICHEC)

Experiencia

  • Agente inmobiliario independiente desde 1990.
  • Responsable de adquisiciones y ventas para un comerciante de bienes.
En la tercera más grande empresa belga:
  • Inmobiliaria a nivel “corporate”
  • Despacho de compras
  • Administración de compras
  • Control de gestión de una filial
  • Informatización de los sistemas (compra y venta)
 
Biografía

Christian de Bray, nacido en 1945, ha pasado 6 años de su niñez en Kisangani (ex-Stanleyville), en Congo.

Es diplomado del Instituto Católico de Altos Estudios Comerciales, diplomado del Centro Interdisciplinario para la Formación de los Estudios del Mercado, diplomado de la Escuela Superior de Aprovisionamiento.
Se marcha, al finalizar sus estudios, a un periodo de prácticas en Canadá y aprovecha para visitar EE.UU. y Méjico.

Con 23 años, entra en una de las más grandes empresas belgas, líder de la distribución. Durante 18 años, fue asistente en la informatización de los sistemas, la elaboración de presupuestos y control de gestión.

Durante todos esos años, no va a dejar de viajar, un mes por año. El viaje es su hobby, su pasión. Viaja solo o con amigos.

Lo encontramos con la mochilla, en el camino del Inca (Macchu Picchu – Perú), en las huellas de las caravanas de especias (valle de la Hunza – Pakistán), en los senderos que culminan a 5.300 metros de altitud (Zanskar – India). Le atraen los paisajes aún vírgenes.

También lo vemos en Land o en camión cerca de las ruinas arqueológicas (Adrar Bous – Níger), al pie del acantilado de Bandiagara (país Dogon – Malí) o en las pistas desmanteladas de Guinea Bissau.

Prepara dos camiones hacia Dar-es-Salam y visita Tanzania, Malawi, Zimbabwe, Botswana, coge un barco para Zanzíbar.

Acampa a lo largo del río Colorado, en el fondo del Gran Cañón así como en los contrafuertes del Nanga Parbat.

Lo encontramos en Berlín, en Quito o más sencillamente en Brujas, con la mirada hacia las estrellas…

Visita museos, reservas naturales y grandes almacenes. Se monta en avión para escuchar a Joan Baez en Estrasburgo, se marcha de fin de semana al extremo de Cornualles.
De 40 a 55 años, se recorre Africa de norte a sur y de este a oeste. Se compra camiones militares Unimos (9 de golpe, toda una flotilla) que se dedica a equipar (tropicalizar) y mandar por barco hacia Africa austral (Dar-es-Salam – Durban – Walvis Bay).

Numerosos amigos le apoyan a “vivir” sus sueños. Se marcha por el camino y regala dos camiones a Oxfam, para un proyecto de desarrollo rural en Guinea Bissau (Carboxenque).

Se convierte en “gran guía” para Continentes Insólitos. No viaja más que en verano… pero qué veranos! Tres grupos de 18 personas… dos camiones…tres vueltas de 3.500 Km. de carreteras y de pistas… Campamento salvaje cada noche!

Y de regreso a Bélgica, vuelve a trabajar, y busca compradores para castillos, molinos o casas más clásicas.

Mientras tanto, asiste a un festival tibetano en Leh, sigue un peregrinaje en el norte de India por los senderos de Amarnath, realiza un reportaje en Rajastán…de una boda.

Toscana y las torres de San Giminiano; Canadá y la desembocadura del Saint Laurent; Cuba y La Habana en búsqueda de Hemingway; son todos los lugares que visita.

Marcha a Etiopía solo, y asiste a las fiestas de la epifanía. Se propone llegar allí montando una expedición pero renuncia.

Lo que más le atrae es Africa austral. Desde Zimbabwe (sus parques) cruza Botswana (su delta del Okavango) para llegar por fin a Namibia (sus desiertos).

Volverá una decena de veces en el norte de Namibia, en Kaokoland, y hará miles de fotos de los Himbas, esa población que está desapareciendo pero que sigue viviendo de manera auténtica.

Ama a Namibia y sus espacios infinitos. Se desplaza todavía más lejos en ese país para acampar. ¡Maravillosa Namibia! ¡Maravillosa Namibia! ¡Maravillosa Namibia!

El que podría permitirse cualquier lugar en el mundo…prefiere volver a Namibia, año tras año…(durante casi 10 años).

Visita los lugares menos turísticos de Etiopía, Madagascar y de Costa Rica donde viaja junto con su hija. Sudán quizás mañana…
Pero vuelve a sus antiguos amores, el país Dogon (Malí) que le dejó un sabor de “muy poco”, y, el desierto blanco en Egipto junto con su hijo.

Y cuando le preguntamos: ¿por qué tantos viajes? No sabe qué contestar.

¿Pasión? ¿Fiebre? ¿Enfermedad?

¿Significaría el viaje una búsqueda o una huida?

¿Se marcha uno para conocer a ajenos o a los acompañantes?

¿Habrá una escala en el viaje?
Viaje físico… Viaje intelectual…

Viaje espiritual, o viaje iniciático, el que debería seguir cada humano para sentirse sí mismo.

Un día, se marcha con un libro escolar, un lapicero, un sacapuntas y un borrador. En una playa de Zanzíbar, empieza a sentirse otra persona, una historia. Pero no se quedará más que 3 días en esa playa y el escrito tomará 3 años…

Detrás de estas historias e imágenes, quizás haya algo más profundo, que está escondido.

El retrato de un hombre quién, sin tomarse en serio, busca…
se busca.

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